Gestionar su propia empresa le absorbe tiempo y esfuerzo. Necesita controlar todas y cada una de las áreas que hacen funcionar su negocio. Para ello, debe tener claro que hay tareas que se pueden externalizar para poder centrarse en que su empresa crezca.

Si contrata los servicios de una buena asesoría integral, podrá dejar de preocuparse de asuntos muy importantes que deben ser gestionados por profesionales expertos en cada materia. Por ello, es vital seleccionar aquella asesoría que le pueda prestar un servicio más completo y que le genere la suficiente confianza como para poner en sus manos asuntos como:

  • Asesoramiento Laboral: Todo lo relacionado con los contratos y las nóminas de sus trabajadores, Retenciones de IRPF y certificados de retenciones, altas y bajas de personal, así como asesoramiento ante inspecciones o conflictos.
  • Asesoramiento Fiscal: Confección y tramitación de los impuestos propios de una empresa, así como orientación a la hora de solicitar subvenciones. También nos ayudarán a conseguir posibles beneficios fiscales.
  • Asesoramiento Contable: Supervisarán la contabilidad interna y elaborarán Balances y Cuentas de Resultados y su correspondiente legalización en el Registro Mercantil.
  • Seguros: También aconsejan qué seguros debe tener cada empresa dependiendo del sector al que se dedique.
  • Otros servicios: Las asesorías pueden llevar a cabo otro tipo de trabajos para su empresa como: Tramitación de patentes y marcas, gestión de cursos bonificados o reclamación de deudas.

Por tanto, una de las más importantes decisiones a tomar cuando inicie una actividad empresarial será elegir muy bien en manos de qué asesoría integral poner su negocio. Le permitirá dejar a un lado muchas preocupaciones y dedicarse plenamente a desarrollar su empresa y cumplir sus objetivos, evitando riesgos innecesarios.