A la hora de acordar el salario que vamos a cobrar, debemos tener muy claro si hablamos de un sueldo bruto o neto. Por ello, vamos a ver ambas clases de sueldo, tanto si tienes una empresa y tienes que pagar a tus empleados, como si eres la persona que vas a recibirlo.

El salario

El salario es la cuantía económica que percibe un trabajador por parte de una empresa o entidad por prestar unos servicios. Normalmente, se percibe mensualmente. Además de pagarse con dinero, también existe la posibilidad de percibirse en especie, como días de vacaciones u horas libres.

No debes olvidar que las indemnizaciones o gastos devueltos al trabajador no se consideran como salario, de esta manera no se contabilizarán para tu cotización. Para que lo entiendas mejor, si tu empresa te paga los gastos de desplazamiento, esto no forma parte de tu sueldo.

El salario bruto

Definimos el salario bruto como la cantidad total de dinero que se paga al trabajador, sin quitar las retenciones y cotizaciones, que deben aparecer en la nómina.

Normalmente, no tendrás que calcular cuál es tu salario bruto porque será el que hayas acordado con la empresa. Si por el contrario, eres el empresario, a la hora de acordarlo, deberás tratar con el trabajador en cantidades brutas.

El salario neto

El salario neto se calcula, después de haber quitado todas las retenciones fiscales al salario bruto. Para que lo entiendas mejor, es la cuantía que recibes, una vez que te hayan quitado todas las retenciones correspondientes. De esta manera, el sueldo neto será el que recibes en tu banco.

Conocer el salario neto es un poco más difícil que el bruto, ya que intervienen diferentes factores:

  • En primer lugar, debemos saber nuestro salario bruto para calcular el neto.
  • Ahora tendremos en cuenta el tipo de contrato. Si el contrato es temporal, la Seguridad Social aplica una retención del 6,4% sobre tu sueldo bruto. Si el contrato es indefinido, se retiene el 6,35%.
  • A continuación, deberás calcular el descuento del IRPF. Este dato aparece en tu nómina. No obstante, puedes consultarlo con tu empresa en cualquier momento. Este tipo de descuento varía, ya que se tienen en cuenta diferentes circunstancias como la de tener o no hijos, estar casado…

Un empleado siempre puede decir que se le retenga más, sobre todo de cara a la declaración de la renta.

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