Hay actividades económicas y empresariales que en verano sufren recurrentemente un parón. Si el que ejerce este tipo de negocios es un autónomo, cuando llegan estas fechas tiende a plantearse si merece la pena seguir dado de alta o bien, si compensa solicitar la baja en el RETA, y ahorrarse así las cuotas en ese periodo de inactividad.

Objetivamente, hay una ventaja evidente a la hora de elegir la opción de darse de baja: Dejar de pagar el autónomo. Estamos hablando de ahorrar en muchos casos casi 600 euros en dos meses.

¿Es una ventaja lo suficientemente atractiva? Puede que sea así en casos muy puntuales. Por ejemplo un autónomo cuya actividad sea nula en los meses de verano y que sus ingresos sean muy bajos. Lógicamente, excluimos aquí a aquellos que disfrutan de tarifa plana.

En cambio, sería bueno atender a las desventajas que supone tomar esta decisión. A saber:

Pierdes días de cotización. El tiempo que no estás cotizando te perjudica de cara a tu futura pensión de jubilación, además de perder coberturas tan importantes como una baja por enfermedad.
• Cuando un autónomo se da de baja, pierde en ese mismo momento todas y cada una de las bonificaciones que estuviese disfrutando (Tarifa Plana, maternidad, jóvenes…).
• Lógicamente, desde el momento en que des de baja el autónomo, se dará por cierto que no se ejerce actividad, y por tanto, no tendrás la posibilidad de deducirte gasto alguno, aunque trate de gastos directamente relacionados con tu negocio. Si no hay cuota, no hay negocio a efectos fiscales.
• Por último, el solo hecho de los trámites a realizar para solicitar la baja y posteriormente solicitar el alta, es suficiente para pensarse si merece la pena.

En cualquier caso, si tienes dudas sobre si te puede interesar darte de baja temporalmente como autónomo, desde Global Gest Asesores podemos ayudarte tomar la mejor decisión.